Sólo sé que no sé nada...

miércoles, octubre 18, 2006

Fenómenos Extraños II: el mensaje

Estaba sentada en la ventana, mirando lo que pasaba tras los cristales, con la mirada perdida... No sabía muy bien el porqué. Quizás tenía mucho que ver que llevaba varios días sin conciliar el sueño. O quizás influía la sensación de angustia de sentirse encerrada y ver día tras día las mismas paredes, los mismos muebles, los mismos pasillos... Probablemente el sonido monótono de la lluvia al otro lado del cristal también afectaba...

El caso es que, como tantas otras noches, no podía dormir, y por alguna razón que aún no entendía, se había levantado de la cama, y como si alguien guiara sus pasos, había subido al altillo y se había sentado en la ventana; y allí estaba, envuelta con una manta, mirando las calles sin vida, como muertas bajo la oscuridad y el frío de la noche, mientras el viento agitaba las hojas de los árboles, mientras la lluvia golpeaba su cristal y todo aquello que encontraba a su paso produciendo ese sonido monótono.

Antes le gustaba ver llover, le tranquilizaba, era como una música que le ayudaba a dormir; ahora ya no. Ahora le producía una tristeza y una melancolía que no sabía explicar hasta dónde llegaban, pero hasta dolía. Pero aunque doliese no podía despegarse de la ventana, no podía alejarse de ese cuadro tan desolador bajo la mirada indiscreta de la luna llena, que iluminaba triste y pálidamente aquel paisaje.

Mientras observaba a través del cristal, le pareció escuchar cómo la lluvia le susurraba algo... Era imposible, aquello no podía ser... Sí, sí. Cada vez el susurro era más claro... ¡No podía creérselo!, ¡ahora lo entendía todo! Aquella imagen, aquella sensación de soledad, era la que tenía él día tras día... Aquella imagen que ahora se desdibujaba por las lágrimas que llenaban sus ojos al entender claramente el mensaje que la lluvia le traía: "Espérame, por favor".

"Soledad es estar rodeado de personas y pensar sólo en la que te falta"

martes, octubre 03, 2006

¿Deseo o amor?

Le había dejado de una pieza.

No comprendía cómo podía haber pasado todo aquello y no haberse dado cuenta. Quizás tenía mucho que ver que siempre estaba de broma... ¿O había sido ella, que siempre se había tomado todos sus comentarios en broma? No era para menos, a todas les hacía los mismos comentarios, tirándoles los trastos, y siempre eran broma... ¿O quizás con ella se comportaba de una forma sutilmente diferente? Empezaba a ver que sí, que aunque a las demás les dijera ciertas cosas en broma, jamás les había dicho las cosas que le había dicho a ella... ¡Qué estúpida! ¿Cómo no se había dado cuenta? Bueno, no era tan raro, desde un primer momento él le había dicho por activa y por pasiva lo enamorado que estaba de su ex, el vínculo tan fuerte que de por vida les uniría, y todo lo que estaba dispuesto a hacer para que esa chica volviera a admitirlo de nuevo en su vida. Cualquiera se habría sorprendido si ese mismo chico al cabo de un tiempo le hubiera dicho con la facilidad con la que lo había hecho los sentimientos que empezaba a tener por ella...

Quizás desde fuera las cosas eran demasiado obvias, pero desde su punto de vista, había sido toda una sorpresa. Aún no se lo podía creer. ¡Qué fácil es ver las cosas desde fuera!

¿Y qué se suponía que iba a hacer? Él sabía que suspiraba por otro, y precisamente eso fue lo que le hizo hablarle de sus sentimientos hacia ella: los celos. Pobre... Qué mal lo tenía que haber pasado cuando le hablaba del otro chico... ¡Qué idiota había sido! Mira que no darse cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor... Quizás de haberse dado cuenta, podría haber evitado esa situación. Pero ahora que sabía lo que había, tenía claro que no habría podido soportar hacerle daño. Algo había entre ellos dos, no lo podía negar, el problema era que no había dejado que fuera a más porque él no sentía nada por ella. Pero ahora sí...

Así que ahí estaba, entre dos tierras. Entre el amigo de toda la vida, al que quería por la nobleza de sus sentimientos, y el chico por el que siempre había suspirado, por el cual le movía el deseo.

En menudo lío se había metido...

"La vida es una comedia para quien piensa y una tragedia para quien siente"

domingo, octubre 01, 2006

¿Me amas?

-Me siento solo, incomprendido...
-Ven... Y te abrazaré para que no te sientas así...
-Hace mucho que me siento querido... - Le dice mientras sonríe.
Tras esas palabras, se hace el silencio y ella se sonroja.
-¿Me amas? -Ella se sonroja aún más. Siempre le había preguntado lo mismo sin inmutarse, como si estuviera seguro de la repuesta.
-Te amo.
-No puedo dejar de pensar en ti, he soñado contigo cada noche, cada día, cada minuto, y no puedo apartarte de mi cabeza. Te echo de menos...
-No sabía que te sintieses así...
-Que no lo diga no significa que no lo sienta. Eres la única persona que ha mirado un poco dentro de mí, que me ha ofrecido cariño y dulzura sin yo pedirlo, y sin querer nada a cambio, ¿qué quieres que sienta por ti? Si me siento querido...
-Bueno... Me sale así...
-Lo sé. Por eso me gusta.
-De todos modos, no deja de sorprenderme que te sientas así.
-Pero, ¿por qué?
-No sé, tú siempre me haces la misma pregunta, y yo siempre te contesto lo mismo, pero nunca me has dicho nada tú...
-Bueno, pues pregúntamelo -Ella duda.
-¿Me amas?
-Te amo, princesa. Todo este tiempo he soñado contigo y en cuanto vuelva, lo primero que voy a hacer es ir a buscarte. Quiero que seas mía, y de nadie más. ¿Me esperarás?
-Claro que te esperaré. Siempre lo he hecho.
-Lo sé, pero esta vez no me porté bien del todo contigo, y todo esto me ha hecho darme cuenta de lo mucho que te necesito a mi lado.
-No sé qué decirte...
-Pues dime lo que necesito oir... En el fondo te lo pregunto porque tengo miedo a que me digas que no. La verdad es que me lo merezco.
-Puede que te lo merezcas... Pero te esperaré.
-¿Me amas?
-Te amo -Le dice con una sonrisa.
-Te amo, princesa. La próxima vez que oigas mi voz estaré a tu lado. Adiós.

"El amor no se recibe cuando lo pides, sino cuando te lo entregan"