Sólo sé que no sé nada...

viernes, septiembre 29, 2006

Fenómenos Extraños I: ¿Conectados?

Siempre le habían ocurrido cosas extrañas, estaba acostumbrada, no le parecía tan raro poder presentir cosas, o predecir situaciones... Realmente nunca se lo había tomado demasiado en serio, no le había hecho mucho caso, pensaba que eran simples casualidades y prefería no darle muchas vueltas al asunto. Incluso le parecía divertido el hecho de acertar, era como jugar a las adivinanzas...

Hasta el día en que empezó a sentirse triste sin motivo. Se sentía sola, encerrada, abandonada. Sentía una tristeza muy fuerte, muy profunda, y no sabía el motivo... Y también sabía que esos sentimientos no eran suyos. Era como si pudierla verle andar como un alma en pena, en la soledad de las habitaciones, sentía su tristeza, su angustia, su soledad. Eran unos sentimientos tan fuertes y tan desoladores que nada podía animarla. ¿Por qué se sentía así si esos sentimientos no eran suyos? Eran tan reales, que el corazón se le encogía, la pena le inundaba totalmente...

Sabía que ese era el modo en que se sentía él, pero no sabía el motivo. Era como si hubiese entrado en su piel, pero no en su mente. Era angustiante sentirse así sin saber porqué... Empezó a darle vueltas a las posibilidades y aún era peor... No lo sabía a ciencia cierta, y la incertidumbre aún causaba más dolor; pero en el fondo de su corazón, sabía exactamente por qué se sentía así... Aunque se decía a sí misma que sólo eran suposiciones, y no hacía caso a lo que su afilada intuición le advertía, simplemente porque esa razón le hacía daño directamente a ella.

Cuando consiguió calmar ese sentimiento de desazón tan profundo, empezó a preguntarse seriamente si realmente debía hacer caso a lo que intuía. Sabía que sí. No sabía ni cómo, ni porqué, pero lo cierto era que no fallaba nunca: su intuición le adelantaba hechos, palabras, y ahora también sentimientos, y no se había equivocado ni una sola vez. Aunque hasta ahora hubiera querido ignorarlo, no podía seguir haciéndolo. Quizás tuviera un don... O una condena, depende de como se mirase...

Aquello empezaba a asustarle...

La cuestión era que con él, su intuición era muchísimo más precisa, muchísimo más intensa... ¿Por qué? ¿Qué tenía él que no tuvieran las demás personas? Y lo que la intuición la sugirió, aún le asustó más: ¿Y si tenía algún tipo de conexión especial con él? ¿Sería que él estaba hecho para ella?

"Estrecha cuerda separa la casualidad del destino"

sábado, septiembre 23, 2006

Si tú juegas conmigo, terminaré aprendiendo de ti...

Después de haber sufrido los peores momentos a su lado, después de haberle consentido jugar con ella porque aún tenía la esperanza de que cambiaría de actitud con ella, después de haber dejado que la humillara como nadie lo había hecho antes, sólo porque aún esperaba que volviera a su lado, había llegado a ese punto en el que ya no puedes aguantar sufrir más y como por arte de magia, pasas página...

Todo había sido más fácil porque él se había alejado de ella con uno de sus juegos de "te quiero, pero ahora no te necesito a mi lado". Tanto tiempo queriéndola apartar de su vida, le habían hecho sufrir mucho, pero también pensar si realmente merecía la pena apostar algo por una persona como él... Puso a un lado de la balanza todo lo que había dado por él, y al otro, todo lo que había recibido de él, y el resultado estaba bastante claro...

Entonces decidió seguir con su vida, hacer borrón y cuenta nueva con todo aquello, y aprender de aquél gran error.
Así, cuando él quiso entrar de nuevo en su vida, como un lobo que va a hacer daño, disfrazado con piel de cordero, recordó cómo él no había tenido ningun problema en seguir con su vida sin tener en cuenta sus sentimientos.

En otro momento, quizás habría soltado a aquel chico que la llevaba de la mano para ir corriendo a abrazarlo, pero en esta vez, lo que hizo fue abrazarle en lugar de soltarlo, dirigirle la palabra en lugar de correr desesperadamente hacia el, y mostrar lo feliz que era sin ningún tipo de miedo a herir sus sentimientos, igual que en el pasado había hecho con ella.

Su intención no era ser mala, y ni mucho menos parecerse a él. Su única intención era demostrarle que no iba a poder jugar nunca más con ella, que por fin había encontrado a una persona que la valoraba y le quería, y no iba a permitir que sus chantajes emocionales echaran a perder la felicidad que había conseguido alejándose de él...


"No hay mal que por bien no venga"

martes, septiembre 19, 2006

Todo tiene un porqué: vuelves a mi vida para que me dé cuenta de mi error y devolverme la sonrisa

Cuando cogió el teléfono y escuchó su voz, el corazón le latía dentro del pecho de una forma descontrolada... Sentía sus manos frías y, aunque estaba nerviosísima por escuchar esa voz, se mostró tranquila, quizás paralizada por lo que pudiera escuchar...

Esperaba que se mostrara distante, como la última vez que le vió, pero no, en absoluto, se mostró feliz de poder ponerse en contacto con ella, de poder darle todas esas explicaciones que en su día no le dió, tranquilamente, sin que nadie les molestara ni se entrometiera... Ella estaba como siempre con él, porque sabía que esas explicaciones que él le estaba dando porque quería, no tenía ningún derecho a pedírselas, y le alegraba ver que salía de él dárselas... Y más aún le alegró saber que el motivo de ello era que todo ese tiempo separados, él le había echado de menos tanto como ella a él.

Cuando colgó, se le dibujó una sonrisa que hacía mucho tiempo que no tenía en sus labios. Volvía a estar con ella como siempre, y además había sido consciente de lo que había hecho, él tampoco tenía derecho a pedirle que le esperase si no le había dado las explicaciones oportunas en su momento... Y sin embargo, estaba decidido a retomar las cosas donde se habían quedado si ella quería, y dar el paso que no se había atrevido a dar antes... "En cuanto vuelva, lo primero que voy a hacer es ir a buscarte", esas palabras no se le podían quitar de la cabeza, y lo cierto es que le hacían muy feliz, hacía demasiado que esperaba algo así de él, y por fin lo había escuchado de sus labios...

A partir de esa llamada, no pudo quitárselo de la cabeza. Todos aquellos recuerdos que había enterrado para que su ausencia injustificada no le hiciera daño, empezaron a volver a su mente. ¿Por qué había vuelto a su vida precisamente ahora que parecía que había encontrado a alguien? De hecho, él le había preguntado si le había olvidado, y su respuesta había sido un no rotundo... Y era verdad. No le había olvidado, pero tampoco se había atrevido a decirle que quizás otra persona quería ocupar el sitio que dejó vacío... Y entonces se dió cuenta del porqué de esa respuesta: con él podía ser ella misma, no era feliz con esa otra persona porque aún tenía su recuerdo demasiado clavado dentro de ella.

A partir de entonces, todas las noches se acostaba melancólica e inquieta esperando su vuelta, esperando que él cumpliera su promesa, aquella frase que no podía quitarse de la cabeza desde que le llamó por teléfono: "Todo este tiempo he soñado contigo. En cuanto vuelva, lo primero que voy a hacer es ir a buscarte".

"El amor no se acaba; sólo nos damos un tiempo para empezar de nuevo y hacerlo más y más grande y fuerte"

viernes, septiembre 15, 2006

¿Cuánto dura la felicidad?

Estaba con él, abrazándolo mientras dormía, acariciándole el pelo, mientras las imágenes del televisor lanzaban la poca luz que había en la habitación, iluminando su cara, con la mirada perdida...

Tenía entre sus brazos al chico con el que siempre había soñado, ése que reunía todo lo que siempre había querido... De alguna manera no se lo podía creer. Estaba muy feliz, no podía creerse eso de que todo el mundo tiene su media naranja... ¡Era demasiado bonito para ser verdad!

Y entonces empezó a preguntarse cuánto tiempo duraría aquéllo, cuánto tiempo podría ser así de feliz...
¿Cúando dejaría de quererle él?
¿Cuándo empezarían las primeras peleas?
¿Serían las peleas tan continuadas que tirarían por tierra todo lo que tenían y que la hacían tan feliz?
¿Cuándo empezaría a llorar por él?
Y lo que es más importante, ¿cuéntas lágrimas sería capaz de soportar?
¿Llegaría un punto en que los dos se hicieran daño?

Se quedó mirándole, y empezó a preguntarse si era lo suficientemente buena para él... Él era perfecto para ella... ¿Lo sería ella para él?

Cuando despertó y le vió mirándola, le abrazó fuerte... Sólo pudo decirle "No te vayas de mi lado nunca..."

"El peor enemigo es uno mismo"