Sólo sé que no sé nada...

lunes, marzo 26, 2007

"Pase lo que pase, siempre tendré algo pendiente contigo"

Es duro saber que dentro de ti hay un sentimiento terriblemente fuerte hacia otra persona que no puedes demostrar. Pero más duro es saber que la otra persona por la que harías auténticas locuras, siente lo mismo, porque no puedes hacer absolutamente nada.
Cuando las circunstancias son tan adversas que a pesar de los sentimientos, a pesar de tener la certeza de que algo así funcionaría, no puedes hacer absolutamente nada, la frase de "lucha por aquello que quieres", sólo te produce impotencia.
Lo ves prácticamente todos los días, y ves en sus ojos lo que no dicen sus labios, y sabes perfectamente, que también en tus ojos él puede ver tus sentimientos. Él lo sabe, tú lo sabes, todo está en sus manos, con un "ven", no dudarías ni un sólo segundo en ir a su lado, y él lo sabe; y sin embargo no hace absolutamente nada. Y esque las cosas las complicamos nosotros mismos.
Es bonito seguir un sueño, pero vivimos en el mundo real, y las cosas y personas que nos rodean hacen más difíciles las cosas más sencillas del mundo.
¿Cómo luchar por algo que parece no tener solución (o por lo menos, no la que tú quieres) y que además sientes que se aleja poco a poco de ti? ¿Te das por vencido? ¿Esperas a ver el paso de todos esos acontecimientos que no dependen de ti?
La desesperación y un profundo sentimiento de desazón se van apoderando de ti lentamente, y eso que algunos llaman "morir de amor" tiene más sentido que nunca, porque ves como te vas apagando lentamente sin poder hacer nada, mientras todo se aleja y nada te importa. Y sin embargo, esperas esos momentos en los que poder verle, con todas esas cosas que te dice su mirada, porque es lo único que tienes, y aunque te hace más daño que cualquier otra cosa en el mundo, es también lo que te mantiene vivo. Y mientras, ¿qué haces? Agonizar internamente, deseando algo que quizás nunca llegue, y por lo que no sabes cómo luchar.

jueves, marzo 22, 2007

Si no esperas nada, entonces aparece la oportunidad

Todo empezaba a marchar bien.
Se encontraba muy cómoda con su situación, y la llevaba muy bien. Aunque estaba sola, no echaba de menos a nadie con quien compartir nada. Quizás se había acostumbrado a no compartir penas ni alegrías con nadie en especial.
Su trabajo le encantaba, hacía algo que la llenaba, y, aunque le quitaba mucho tiempo (y mucho sueño), no podía pedir más, estaba feliz, y la situación mejoraba poco a poco. Era buena en lo que hacía, y cada día, mejor; y con sus compañeros y jefes la cosa iba sobre ruedas.
Y con sus amigos, la situación había cambiado, pero bueno, las cosas eran así, no había que darle más vueltas... No podía pasar mucho tiempo con ella misma, como para pasar tiempo con los demás...
Pero bueno, lo llevaba muy bien, no echaba de menos nada. Cuando algo salía bien, toda la satisfacción era para ella, y cuando algo salía mal, era responsabilidad suya, así que, ella tenía que sacarse las castañas del fuego. Era justo.
Haría unos años, si le hubieran contado la situación en la que se encontraba ahora, se habría reído y no habría creído ni una sola palabra, porque ella había sido, y quizás lo seguía siendo, una pequeña idealista que pensaba que lo fundamental para sobrevivir felizmente en esta vida era el amor. Y ahora... Bueno, quizás lo seguía pensando. Pero la experiencia le hacía ver las cosas de otra manera. Claro que era importante, pero eso era sólo una pequeña parte. En realidad lo importante era estar bien con uno mismo. Y dentro de eso, estaba el amor, claro. Pero también había más cosas.
Y de repente, la posibilidad de ser feliz con una persona a su lado, realmente feliz con esa persona a la que siempre había buscado sin demasiado éxito, le planteaba la disyuntiva de cambiar radicalmente de vida: dejarlo absolutamente todo, toda su vida tal y como la conocía hasta ahora, para estar con él.
No le temía a los cambios, pero algo así no debía tomarse a la ligera...


"Todo cambia, nada permanece"

lunes, marzo 12, 2007

¡¡¡YA VALE!!! (2ª parte)

Esta vez, estoy indignada y decepcionada...
¿Cómo puede haber personas que por delante finjan ser los seres más cándidos e inocentes, y por detrás te estén poniendo de vuelta y media?
¿Esque esta gente no tiene conciencia?
Si supieran que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo... ¿Pero como puede haber gente tan sumamente falsa? Lo duro es que te enteras de la realidad, y evidentemente, por no meter en movidas a terceras personas que han tenido la dignidad de decirte lo que en realidad hay, cuando te vienen en plan camelador estas personas, te muerdes la lengua y hierves por dentro de rabia, porque si por ti fuera, los cogerías por el cuello y los pondrías de vuelta y media, dejándoles en ridículo delante de los demás, aparte de dejarles clarito que no te chupas el dedo...
Pero las circunstancias te obligan a contenerte mientras ves como esa persona sigue con su teatro particular donde tú eres el actor principal... Qué honor... Han escrito una obra sólo para ti...
Lo gordo del asunto es que te entran ganas de vengarte. De acabar siendo como esa persona, con la misma doble cara, y jugársela, para que aprenda... Pero eso es un error. Podrías acabar siendo como esas personas.
Y, ¿sabéis una cosa?
El tiempo pone a todo el mundo en sus sitio. Y casi siempre, esas mentiras se acaban volviendo contra las personas. Siembra vientos y recogeras tempestades, dicen... O a todo cerdo le llega su San Martin...
Sólo hay que ser paciente, esperar, y sonreir cuando todo se le vuelva en su contra mientras dices "Si todo eso ya lo sabia...". Y disfrutar del momento...

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Si algo tengo, es paciencia... :)
Ya veré caer a esa persona, ya ;)

jueves, marzo 08, 2007

Entre dos tierras

No sabía muy bien cómo había llegado a aquella situación...
Se había resistido a sentir algo por alguien a quien no debía querer, había resistido estóicamente la tentación, poniendo de su parte un arsenal de mecanismos de defensa para no sufrir, y al final había pasado lo que no quería... Se había acabado enamorando de una chica a la que veía todos los días y la cual sabía que tenía novio...
Quizás el verla todos los días no ayudó mucho a evitar que pasara. Quizás que ella recurriera a él cada vez que tenía un problema, tampoco. Quizás que ella le entendiera mejor que nadie, menos aún, porque empezó a confiarle todos sus pensamientos, sus problemas... Y muchísimo menos ayudó el que se convirtieran en unos amigos con una relación tan estrecha, con un lazo tan extraño, sabiendo que las cosas estaban evolucionando a más y no podía ser así...
Aunque ella no quería aceptarlo, su relación con su novio estaba más que terminada. Se empeñaba en intentar salvar algo por lo que su novio no mostraba interés alguno en salvar. Bajo su punto de vista, ella sólo estaba malgastando fuerzas... Pero lo entendía. Cuando uno está enamorado, quema hasta el último cartucho, y sabía que ella estaba muy enamorada de su novio.
Era curioso, pero era una situación que no le molestaba. La había conocido con novio, y a pesar de sentir algo tan extraordinariamente fuerte por ella, la idea de que estuviera con otro, no le hacía daño... Simplemente, la echaba de menos... Tanto, que la situación entre ellos dos empezó a ir más deprisa: se veían a todas horas, se llamaban a todas horas; en definitiva, parecían más pareja ellos dos, que ella y su novio. De hecho, con su novio sólo tenía discusiones...
Y cuando no pudo más, le dijo todo lo que sentía por ella. La observó cómo su gesto se volvía un poco preocupado.
-A mí me pasa exactamente lo mismo... Pero no puedo empezar algo sin haber terminado lo que tengo entre manos. Yo a mi novio lo quiero mucho. Tengo que intentar que funcione... Hasta que me canse de luchar sola por algo que no merece la pena. ¿Lo entiendes?

... El final, os lo imagináis vosotros ;)

"A veces pensamos que el destino está escrito y, hagas lo que hagas, lo que tenga que pasar, pasará"