Estaba mirando a la pantalla de su ordenador, pero no veía los datos que estaban en la pantalla. Estaba absorto en sus pensamientos... Ensimismado, pensando en él. Era como si no escuchase el ruido ensordecedor de la oficina, como si no existiera nadie más en el mundo, como si las paredes de metacrilato de su despacho le aislaran del mundo exterior...
Tenía ganas de ver a aquella chica que pasaba todos los días puntualmente a la misma hora delante de sus cristales, y ni siquiera se dignaba mirarle... Aunque por otra parte, no quería verla. Le tenía loco, y sin embargo, ni una triste mirada... ¿Para qué iba a decirle nada? Era inútil...
Aunque, quizás el problema estaba en él, porque desde hacía demasiado tiempo que no había estado más de dos semanas con la misma chica... Y no porque no lo intentara o porque no quisiera. Sencillamente, o le habían rechazado, o simplemente desaparecían de su vida igual que habían entrado...
Vale, no era ningun Adonis, pero no tenía nada que envidiarle a nadie. Podía presumir de estar bien... O eso pensaba él... ¿Sería su actitud la razón de que las chicas no lo tomaran en serio? ¿Qué pasaba? ¿Por qué?
Seguramente se trataba de él. Otra explicación no tenía. Pero, ¿qué era lo que fallaba?...
Entonces algo le hizo volver de su mundo: aquella chica, detrás de su cristal, pasando con unas carpetas entre sus brazos. Qué bien le vendrían esas respuestas ahora, se dijo mientras la observaba pasar con aquella indiferencia hacia él, esa indiferencia que te da no haberte percatado de la existencia de alguien.
Y lo cierto era que, después de lo que había deducido, no se atrevía a salir de su anonimato con ella, total, ¿para qué?, si ya sabía lo que iba a pasar: o lo veía como un amigo, o volvería a caer en el anonimato tras unos días...
Estaba cansado de ser el eterno gran amigo de todo el mundo. También tenía sentimientos, no todo se lo tomaba a risa... ¿O esque nadie se daba cuenta de que él también quería a alguien a su lado con quien contar incondicionalmente? Parecía que no. Nadie le tomaba en serio...
Igual lo mejor era esperar a que esas respuestas surgieran solas. Porque él solo no era capaz de responderlas... Entonces sabría qué hacer para que aquella preciosa niña se fijase en el.
En fin, lo mejor sería no pensar más en ello por hoy y volver a las obligaciones...
"La soledad no es estar solo, sino carecer de amor"