Sólo sé que no sé nada...

jueves, abril 06, 2006

Razón y Corazón

Iba conduciendo, aunque no sabía muy bien por dónde iba; estaba como en una nube, y más o menos hacía el recorrido por pura inercia...
Justo en el portal de su casa, paró el coche. A esas horas, no había nadie en la calle... Pero, ¿qué estaba haciendo? No podía subir a casa... Encendió el motor y siguió conduciendo, sin rumbo, sin sentido, deprisa... Necesitaba huir...
Cuando encontro un sitio apartado, trankilo, fuera de la civilización, desde donde poder pensar tranquilamente, paró el motor, y se quedó quieto. Tenía que calmar esa sensación de pavor que le había hecho huir de aquella forma...
Pero, ¿¡¡qué había hecho!!?... De repente, había tenido la imagen de ella despertándose... Sola... Sin ninguna nota, ni nada... Seguro que se asustaba y lo llamaba... Y cuando viera las llaves en el buzón... Se enfadaría... Qué había hecho... ¡¡¡QUÉ HABÍA HECHO!!! La había dejado allí sola, durmiendo, sin decirle nada, ni siquiera un aviso... Había salido de allí dominado por el pánico, había sentido un terror horrible, y había huido miserablemente...
Tenía su imagen clavada en la memoria, dormida, entre sus brazos, con la cabecita dulcemente apoyada en su pecho, mientras él acariciaba su pelo, su piel suave... Jamás se había sentido como con ella... Y fue justo ese pensamiento el que le hizo huir. No podía amar a una persona como ella. Él no era bueno para nadie, y menos para ella... Alguien tan dulce, que era capaz de hacer sentir lo que él empezaba a sentir, no se merecía a una persona como él...
Había huido porque se estaba enamorando, y no quería hacer daño a una persona como ella... Sí, había quedado como un cobarde, como un cabrón, pero lo había hecho sin intención alguna, y ya le había hecho daño... ¿Cuánto dolor sería capaz de causarle si lo hiciera intencionadamente? No se merecía eso... Ella... Era distinta, era... Lo mejor que le había pasado en muchísimo tiempo, y a cambio de todo lo que le había hecho sentir, de todo lo que le había dado, lo mejor era que saliera de su vida...
Arrancó el motor y empezó a conducir hacia su casa. Estaba mucho más sereno. Pero un dolor como si alguien estuviera apretando fuertemente su corazón en un puño, le oprimía el pecho... "Estoy haciendo lo correcto" Se repetía...

"Amar es muy sencillo; somos nosotros quienes lo complicamos"

4 comentarios:

Dioxateo dijo...

Te aseguro que no nso rayamos tanto... ¿seguro que no estaría el tio carcomiendose pro dentro mientras pensaba como la final de copa se le escapo al Zaragoza de las manos? No se... no se...

De todos modos, muy bonito, en serio, me gusta cuando escribes cosas así. A ver si actualizo yo mi blog esta semana.

Por cierto, tremendamente cierta la frase del final, parece que vivimso en un mundo donde la gente disfrute siendo infeliz.

Laura dijo...

Pues puede, porque saliendo d mi teclado, ese tío tiene q ser del Real Zaragoza, jejejejeje
Aunque creo q hay mucha gente, chicos y chicas, que piensan que no son lo suficientemente buen@s para nadie. A esa gente, me gustaria decirles que eso deberia decidirlo la otra persona, que como excusa, no sirve, porque si amas a alguien de verdad, quieres ser la adecuada, la única persona en su vida...

En cuanto a la frase del final, opino que son nuestros miedos e inseguridades las que complican todo, y en tre otras cosas, el amor.

Me alegro de que te guste, Dioxateo :)

BeSuKiSsSSssssSS

Victor dijo...

Jo Laura, que cosas mas bonitas escribes ultimamente. me gusta mucho esta nueva vena tuya.
Muy bonito

Laura dijo...

Gracias, Víctor, viniendo de ti es todo un halago ;)