Sólo sé que no sé nada...

martes, septiembre 19, 2006

Todo tiene un porqué: vuelves a mi vida para que me dé cuenta de mi error y devolverme la sonrisa

Cuando cogió el teléfono y escuchó su voz, el corazón le latía dentro del pecho de una forma descontrolada... Sentía sus manos frías y, aunque estaba nerviosísima por escuchar esa voz, se mostró tranquila, quizás paralizada por lo que pudiera escuchar...

Esperaba que se mostrara distante, como la última vez que le vió, pero no, en absoluto, se mostró feliz de poder ponerse en contacto con ella, de poder darle todas esas explicaciones que en su día no le dió, tranquilamente, sin que nadie les molestara ni se entrometiera... Ella estaba como siempre con él, porque sabía que esas explicaciones que él le estaba dando porque quería, no tenía ningún derecho a pedírselas, y le alegraba ver que salía de él dárselas... Y más aún le alegró saber que el motivo de ello era que todo ese tiempo separados, él le había echado de menos tanto como ella a él.

Cuando colgó, se le dibujó una sonrisa que hacía mucho tiempo que no tenía en sus labios. Volvía a estar con ella como siempre, y además había sido consciente de lo que había hecho, él tampoco tenía derecho a pedirle que le esperase si no le había dado las explicaciones oportunas en su momento... Y sin embargo, estaba decidido a retomar las cosas donde se habían quedado si ella quería, y dar el paso que no se había atrevido a dar antes... "En cuanto vuelva, lo primero que voy a hacer es ir a buscarte", esas palabras no se le podían quitar de la cabeza, y lo cierto es que le hacían muy feliz, hacía demasiado que esperaba algo así de él, y por fin lo había escuchado de sus labios...

A partir de esa llamada, no pudo quitárselo de la cabeza. Todos aquellos recuerdos que había enterrado para que su ausencia injustificada no le hiciera daño, empezaron a volver a su mente. ¿Por qué había vuelto a su vida precisamente ahora que parecía que había encontrado a alguien? De hecho, él le había preguntado si le había olvidado, y su respuesta había sido un no rotundo... Y era verdad. No le había olvidado, pero tampoco se había atrevido a decirle que quizás otra persona quería ocupar el sitio que dejó vacío... Y entonces se dió cuenta del porqué de esa respuesta: con él podía ser ella misma, no era feliz con esa otra persona porque aún tenía su recuerdo demasiado clavado dentro de ella.

A partir de entonces, todas las noches se acostaba melancólica e inquieta esperando su vuelta, esperando que él cumpliera su promesa, aquella frase que no podía quitarse de la cabeza desde que le llamó por teléfono: "Todo este tiempo he soñado contigo. En cuanto vuelva, lo primero que voy a hacer es ir a buscarte".

"El amor no se acaba; sólo nos damos un tiempo para empezar de nuevo y hacerlo más y más grande y fuerte"

4 comentarios:

Victor dijo...

Bueno, parece que despues de una prolongada ausencia, vuelves, y lo haces feliz, me alegro x ti Laurita.

Laura dijo...

Feliz ya estaba, un poco descolocada, pero ahora ya... es la leche xD
Bueno, que ahora empezare a escribir mas a menudo, que os he tenido abandonadiKos ;)

Dioxateo dijo...

Cierto, yo nunca acabo, siempre vuelvo para hacerlo más fuerte...

Si es que da gusto leer a Laurita.

Laura dijo...

Bueno, tengo que decir que esta entrada es quizás la que más de autobiográfica tiene de todas (lo digo porque os empeñáis en asociar estas historias a mi estado de ánimo, aunque, insisto, no tiene nada que ver, pero bueno, vosotros a vuestra bola xD).

Y sí, si al principio lo que puedas sentir por alguien es fuerte, os aseguro que cuando os pasa algo asi (o parecido, que no es autobiográfico 100%), lo que sentías antes te parece la tontería más grande que os podéis imaginar... Es... inmenso, sin más ^^