Sólo sé que no sé nada...

jueves, agosto 23, 2007

Tenías razón

Es extraño, hay veces que te sientes feliz sin motivo aparente, son esos momentos en los que la intuición te parece lo más maravilloso del mundo.
En realidad, no sé exactamente que ha sido, si esas vacaciones, ese viaje a Madrid... Pero ha marcado un antes y un después. Y me alegro.
Quizás la he miradocon otros ojos, no lo sé, pero me ha parecido una ciudad increíble. Simplemente pensé "Me encantaría vivir aquí, estaría muy a gusto", pero esas palabras han cobrado un significado distinto, más grande, como en mi sueño. Así. O por lo menos van tomando esa forma.
No me quiero precipitar en mis conclusiones, pero no niego que me hace ilusión, muchísima.
Sería la persona más feliz del mundo de esa forma, aunque sé que también tendría un gran cargo de conciencia... No sé si lo deseo o no. Por una parte, sí, desde luego, por otra, es duro privarle de algo tan grande a alguien que te importa.
Pero por algún extraño motivo, veo las cosas tan clarísimamente, que sé cómo van a acabar, sé el rumbo que están tomando y sé cuál va a ser el final. Y el caso es que todo sigue en el aire, no hay nada decidido, pero lo veo. No sé si es la intuición que siempre me acompaña, para bien o para mal, o es que internamente deseo que las cosas terminen así...
En cualquier caso, alguien ya me lo dijo mucho antes, muchísimo antes de que todo empezara a decaer y a doler, ya lo predijo, y veo como todo se va cumpliendo, lentamente. Y pensar que no la creí... Qué razón tenías, Carol, eres bruja.

sábado, agosto 11, 2007

Si la montaña no va a mahoma... Mahoma se irá.

No hay nada más duro que te excluya de sus planes de vida la persona que más quieres.
Sí, lo hace de buena fe. Pero ello supone pasarte el resto de tu vida sin esa persona.
Duele muchísimo, el dolor es inmenso, indescriptible, horrible...
Alguienme dijo que para seguirle debería demostrarle que puedo llegar a ser tan testaruda como él. No puedo, me supera. No soy así, no puedo obligarle a hacer algo que no quiere.
Pero tampoco puedo quedarme donde estoy.
Varias cosas han cambiado en mi vida, quizás demasiadas.
Tantas, que veo que a los demás, poco esfuerzo les ha supuesto separarse de su entorno para cambiar de vida. A mi debería pasarme lo mismo. Y así es, siento que pocas cosas me atan aquí ya, siento que ya soy lo suficientemente madura como para empezar a andar mi camino solita.
Siempre me ha atraído ese sitio, muchas veces he pensado a la ligera ir allí, siempre. Aunque no lo pensara en serio.
Creo que ahora ya no lo pienso de una forma tan tonta, ahora mi cabeza empieza a maquinar, empieza a pensarlo seriamente, a planear un cambio de vida que no me asusta.
No voy a ir atras él, voy a seguir mi estrella, aunque parezca lo contrario.
No sé cómo va a reaccionar él, no sé si le hará pensar en algo, no sé si le hará reaccionar, no sé siquiera si me creerá.
Pero estoy decidida a hacerlo, no es un capricho de niña pequeña...

domingo, agosto 05, 2007

Y el frío suelo está más cerca que nunca

¿Cómo afrontar que el tío de tu vida se va a ir para siempre?
Vaya pregunta...
Eso no se afronta, eso se sufre, se llora, duele, mata por dentro.
¿Qué se supone que haces en una coyuntura así?
¿Te vas con él? ¿Lo dejas ir?
Vaya dilema... Si te vas, lo estás dejando todo para ir tras él. Si lo dejas ir, dejas escapar tu felicidad, y aunque tengas la esperanza de que va a volver, puede que nunca lo haga.
Cuando decides que prefieres una vida a su lado renunciando a todo lo demás por estar con él, le pides que te lleve. Y él te dice que no puede dejar que hagas eso.
¿Qué se supone que haces?
Convencerle de que no te está jodiendo la vida es imposible, por más que le dices que más jodida vas a estar aquí sin él.
No lo entiende.
Quizás lo mejor es demostrárselo. Dejar que pasen unos días sin que ninguno de los 2 sepa del otro. Quizás así se dé por enterado de que lo mismo que él sufre sin ti, lo haces tú sin él.
Quizás, sólo quizás, porque también puede que piense que es mejor así, quizás decida que ya que estás unos días sin él, no volverte a dar señales de vida es lo más sensato.
Y esa idea, MATA.
La sola idea de no volver a saber de él, te quita la vida.
Sabes que no quiere verte mal, pero, ¿cómo quiere que no estés mal cuando sabe perfectamente que le quieres? Eso es pedir peras al olmo.