Sólo sé que no sé nada...

domingo, enero 13, 2008

Y ahora... Nada.

Llevo unos días sin escribir nada, lo sé. Estoy expectante a ver qué pasa por mi inquieta cabecita, qué tipo de preguntas van a asomar por mi mente traídas por un corazón ansioso de felicidad, y, para mi sorpresa, no hay nada.
No hay preguntas, ni inquietudes, nada.
Y esque creo que esto ha sido un duro golpe para mí.
Desde que él apareció en mi vida, he convertido este blog en un diario de a bordo de mi interior, cosa que, cuando los que me conocen lo han leído, se han asustado, porque, exteriormente, aparento una serenidad y una alegría que no siempre se corresponden con lo que a veces pasa por mi cabeza.
Y estos días, que simplemente han pasado, sin pena ni gloria, una simple rutina que no me ha aportado nada que realmente me importe, por más que quería escribir unas letras, no he podido, no creía tener nada interesante que decir. Incluso he llegado a pensar que, de esta manera, lo más lógico era acabar cerrando este blog. Pero no creo que deba hacerlo, son ya muchos pensamientos convertidos a letras como para tirarlos a la basura.
Lo que sí me inquieta es esta pasividad ante la vida que he tomado como actitud, como si nada de lo que me pasara fuera importante.
Supongo que es lo que ocurre cuando una parte de uno mismo falta, y no hay ningún estímulo que te anime a seguir hacia adelante. Sólo te limitas a continuar. Quizás antes podría pensar que lo que tengo es valioso, pero en estos momentos no encuentro valor alguno a lo que tengo.
Desesperanzador, supongo.
Pero todo depende del cristal con que se mira, y el mío ahora es opaco.
Quizás necesite tiempo, quizás lo que necesite no pueda tenerlo jamás, quizás aún no ha llegado lo que necesito.
No lo sé. Sólo sé que no sé nada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

“Como si nada de lo que pasara fuera importante”. Una actitud a la que por distintos caminos, se puede llegar.

Avanzamos colocando piezas a nuestro alrededor, donde cada una tiene su valor; y las hay que pensamos ‘únicas’.

Tarde o temprano, la Vida aparece, con su previsible imprevisibilidad; y con una sensación de vacío se observa todo lo que antes parecía tener valor, y que ahora son solo piezas, a nuestro alrededor.

Un recurrente camino donde una parte muere; mientras otra que desde más adentro con desapego observa, comienza a nacer.

Anónimo dijo...

hola laurita, soy Ana no se si aun te acuerdas de mi..
yo de vez en cuando te leo aunq nunca te escriba un comentario...
no lo dejes, me gusta muxo tu manera de expresar todo lo q sientes en papel.
animate mujer, aunque en el momento y un tiempo más, parece q sea imposible vivir asi, todo acaba bien ya verás ;)
besicos y cuidate! :)