Sólo sé que no sé nada...

domingo, febrero 24, 2008

Actitudes infantiles, castigos ejemplares

Hoy ha sido un día de esos raros en los que no sabes muy bien por dónde te vienen las galletas...
Me ha sorprendido descubrir una actitud especialmente infantil en una persona a la que yo consideraba madura y con 2 dedos de frente.
Es algo que no concibo eso de estar acostumbrado a conseguir todo lo que quieres sin mover ni un solo dedo, y sino, me enfado.
Lo encontraba hasta divertido hasta que lo que se le cruzó en su afan por poseer fue algo mío, por llamarlo de alguna manera.
He consentido a esta persona contestaciones y desaires que a cualquier otra persona no se los habría dejado pasar. Pero la consideraba amiga, y, primero porque no le interesa a nadie ciertas cosas, y segundo porque consideraba una pérdida de tiempo ponerme a su nivel para acabar en una pelea de barro absurda, los dejé pasar.
Pero empiezo a pensar que este tipo de gente, no es que te coja el brazo cuando le ofreces la mano, esque poco a poco va subiendo más y más hasta que tú misma eres considerada por ellas como una posesión.
Y que me he cansado ya.
Ha ido a tocar algo que para mí es intocable y encima ha superado mis límites de paciencia, que creo que están por encima de lo normal, así que, se acabó la permisividad que he mostrado con ella.
Si nadie le enseñó que hay ciertas cosas que no se tocan y que todo tiene un límite, probablemente tenga que pararle los pies.
Aunque se me plantea la duda de si debería dejar que se diera de bruces contra el suelo cuando se diera cuenta de que no tiene ningún derecho sobre aquello que ella considera suyo y sin embargo me pertenece a mí. Desde luego, mi posición quedaría más digna, no cabe duda, pero no sé hasta qué punto asumiría ella la pérdida si esque llega a asumirla.
Son personas incansables, hasta límites que no podía imaginar.
Cualquier persona asumiría una pérdida más o menos bien, y se apartaría de enmedio haciendo más o menos ruido en su partida. Pero estas personas no. Ni lo uno, ni lo otro.
Cabezonería sin sentido que al fin y al cabo sólo les va a reportar dolores de cabeza y más conflictos que otra cosa. Y si sólo se quedara ahí, pues oye, cada uno recoge lo que siembra, pero no, el problema está en que también dan problemas a los demás.
Tendré que cantarle la canción del Ikea.. "Esto no se toca, quita, con esto no se juega..."

1 comentario:

Fuentes Rivero dijo...

La verdad es que sí. En ocasiones nos sorprende encontrar racionamientos dignos de parvulario implantados dentro de nuestros ámbitos más cercanos. Lo sé por experiencia propia.

A veces, las apariencias engañan incluso a los que las esculpen.

By Ranzou.