El otro día lo tenía durmiendo sobre mi regazo mientras veíamos la tele, después de haber cenado una pizza a medias, y me preguntaba qué pasaba por su cabeza con respecto a mí...
Después de nuestro desastroso final, habíamos conseguido llevarlo bien. De vez en cuando él me contaba sus ralladas mentales, lo que le preocupaba, sus discusiones con sus padres, la convivencia con su hermana, las movidas con sus amigos... Y hasta le interesaba lo que me pasaba. Y todo eso había servido para acercarnos el uno al otro todo lo que no habíamos podido cuando estuvimos juntos, menuda contradicción...
Y esque mientras estuvimos juntos, él se aseguró de que no entrase en su mundo. Puso entre nosotros una barrera que de ningún modo pude cruzar... Y si en algún momento creí hacerlo, él se encargó de hacerme ver que estaba en una nube y que me había dado de narices contra el frío suelo. O hacerme retroceder y volverme a poner en una situación alejada de él, quién sabe.
Nunca ha sido un tío que mostrase abiertamente sus sentimientos; de hecho, tiene demasiada escuela como para hacerlo, su currículum sentimental marea, y siempre he pensado que es más retorcido que cualquier chica, por mala que sea.
Y desde que vió que otro podía estar entrando en mi mundo a pasos agigantados, o eso creía él, todo cambió de forma radical. Se interesaba por mi a cualquier hora, muchas veces ni buscaba una excusa para hablar conmigo, simplemente el sentirme al otro lado del teléfono le bastaba, se molestaba en buscar planes para pasar el día entero juntos... Y lo que nunca había hecho, mostrar cariño, afecto, amor. En cierto sentido, me dio la sensación de estar viendo en él a un niño en el cuerpo de un hombre (y vaya cuerpo... jejejejeje), un niño que necesita que le demuestren cariño a todas horas a cambio de nada; un niño al que han herido tanto, que ya no confía en nada ni en nadie; un niño que aún piensa en sus 4 cosas importantísimas, aferrado tanto a lo material, que ya no sabe que los sentimientos son más importantes, de hecho, no sabe ni lo que son porque la vida le ha enseñado a desprenderse de ellos para no sufrir. Quizás debería enseñarle que el que sufre, es porque tiene sentimientos, porque está vivo, que no solo la felicidad forma parte de la vida, sino que los errores y los tropiezos son los que te hacen evolucionar y crecer, que no debería refugiarse en su sufrimiento para que deje de existir su dolor, porque así lo único que consigue es revivirlo y... estar vacío por dentro.
Pero ya es mayorcito. Y debería darse cuenta de que a mi también me duele que me trate así, y sin embargo no hago como él y alejo a los demás de mi.
Definitivamente, debe ser él ahora el que muestre un mínimo interés para que le aporte algo... Como alguien dice, "Neeen, tío, que soy persooona", que no soy gilipollas, y si no le planto cara y le demuestro que antes que él estoy yo, acabará por comerse mi personalidad por completo, y que su "carita bonita" no es suficiente para convencerme de cualquier cosa.
No sé si es amor. En todo caso, la 'convivencia' con una pareja debe ser lo más parecido a esto, pero yo no me siento en absoluto enamorada de él. Siento que es un tira y afloja a ver quién gana más y a ver quién se despista antes para comer terreno que no puede ser sano...
Sin embargo, empiezo a sentir como si se empezase a mostrar tímidamente tal y como es...
Y ya no sé qué quiere y qué no quiere, y qué piensa, me tiene descolocada.
Y yo que pensaba que se había acabado y que lo había apartado de mi vida...¡¡JA!!
